martes, 24 de abril de 2012

FLORES

Una vez hemos celebrado el enlace, es el momento de divertirse y disfrutar con la familia y los amigos. En este momento, la decoración floral pasa a un segundo plano, pero no desaparece. La idea es conseguir detalles que sean vistosos pero que no interfieran en el desarrollo de la fiesta. Para la mesa nupcial se puede utilizar una guirnalda que cuelgue, un precioso elemento decorativo que se ve desde todos los ángulos. También podemos utilizar pétalos de rosa repartidos por toda la mesa para darle un encanto especial y diferenciarla del resto.

Para las mesas de los invitados, lo mejor es optar por centros sencillos, utilizando flores que emitan poco aroma y cuidando, sobre todo, que su altura no sea excesiva, ya que dificultaría la conversación entre los comensales. Si la boda se va a celebrar en verano, un detalle original sería colocar pequeñas vasijas de cristal llenas de agua y repartir pétalos de flores por encima. Una idea que nunca falla.

Además de flores, podemos utilizar también trepadoras como la hiedra para mejorar así la sensación de follaje sin tener que incrementar el presupuesto. Tampoco es mala idea recurrir a accesorios que aportan romanticismo y un toque de elegancia, lo más solicitado para bodas al aire libre son las antorchas, tanto de pared como de pie, y las velas, normalmente alrededor de una piscina o bien sobre veladores a la hora del cóctel. Sea cual sea el tipo de ceremonia por la que optemos, las plantas y las flores nunca pueden faltar en un día tan importante.



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